martes, 30 de noviembre de 2010

"...Show me the money!!..."

Titulo este post parafraseando a Tom Cruise en Jerry Maguire, ya que viene que ni pintado. Después de casi 5 meses por estos lares, ya tenía ganas de contar algo acerca del valor de las cosas en la India, porque es realmente sorprendente lo baratas que pueden ser algunas de ellas. Aunque realmente, me gustaría centrarme en el valor de la vida en la India, en el día a día.

Comenzaré comentando que la moneda de este país es la Rupia India, abreviada como Rs. o INR (INdian Rupee), y que se pronuncia rupí. Su cotización en el mercado de divisas está últimamente fluctuando bastante, cosas de la crisis, pero para entendernos podríamos decir que el cambio a aplicar es 1 € = 60 Rs. Así que para los españoles la conversión es realmente fácil, ya que se parece mucho a la que tuvimos que manejar cuando llegó el Euro; sólo había que saber que 1.000 pesetas eran aproximadamente 6 euros, y de ahí se sacaba cualquier equivalencia. Me acuerdo que por aquella época la población española se aplicó sobremanera en saberse la tabla del 6, XD. Aquí, por tanto, sólo hay que coger el dinero en rupias, dividirlo entre 6 y después entre 10 (o directamente entre 0,6) . Ejemplo práctico: vas al supermercado y ves que un producto vale 180 rupias; divides entre 6, quedándote 30, y después divides entre 10, quedando 3. Por tanto, 180 Rs. = 3 €.

Tras este repaso matemático, vamos al lío con las monedas y los billetes. 1 rupia, al igual que 1 euro, se divide en 100 partes, pero en vez de llamarlas céntimos, aquí se llaman paisas (escrito paises). En todos los billetes aparece Gandhi, todo un orgullo para el país. En la India hay 5 monedas y 7 billetes distintos con los que llenar tu cartera. 

Monedas                                                   Billetes
25 paisas = 0,417 céntimos de €             5 rupias (igual que la moneda)
50 paisas = 0,833 céntimos de €             10 rupias = 16,67 céntimos de €
1 rupia = 1,67 céntimos de €                    20 rupias = 33,33 céntimos de €
2 rupias = 3,33 céntimos de €                  50 rupias = 83,33 céntimos de €
5 rupias = 8,33 céntimos de €                  100 rupias = 1,67 €
                                                                  500 rupias = 8,33 €
                                                                  1.000 = 16,67 €

Esto es todo lo que se acuña, pero a la hora de la verdad, hay algunos de estos billetes/monedas, que son casi imposibles de ver. A saber: las paisas casi ni se usan; fíjaros como será el asunto que en la cantina del campus, por ejemplo, cuando tienen que devolverte 50 paisas, te dan a cambio un paquetito con 4 lacasitos, jaja. Los billetes de 5 rupias no son habituales, y los que hay están casi ilegibles y en bastante mal estado. Los billetes de 20 y de 50 rupias no son tan utilizados como los de 100 rupias (auténtica estrella del negocio) y los de 10 rupias (para pequeñas cantidades). El billete de 1.000 rupias es el Bin Laden de la India (ni aparece en la foto), como para los españoles son los de 500 euros. Sólo los ves alguna que otra vez cuando sacas dinero del cajero, y en casi ningún sitio te lo cambian. Lo mejor de todo es que, al igual que con los euros, los tamaños y los colores van acordes con el valor, así que es fácil diferenciarlos.
El examen que todo los Erasmus debe aprobar es el de hacer la compra. Ir al supermercado aquí es toda una odisea, porque los productos que se pueden encontrar están intimamente ligados a la gastronomía de la zona, así que te encuentras pasillos repletos de arroces de mil tipos, harina y sus derivados (para hacer parotas, chapatis, etc.) y montones de especias, muchas de ellas que ni sabías que existián. Todas estas cosas tienen un precio normal, y cuando digo esto me refiero a que aproximadamente son al menos 2 o 3 veces más baratas que en España. Después también está la parte cara del establecimiento (aunque sigue siendo barata para un europeo), en la que se encuentra todo aquello que lleve algún tipo de procesado/manufacturado, como cereales, zumo, leche, precocinados, latas de conservas, etc. La obsesión con la dieta vegetariana (elegida por muchos hinduistas, sobre todo al sur) llega hasta el punto de que  todos los productos tienen o bien un símbolo de un punto rojo (no vegetariano, lo que implica además que no lleva huevo) o bien un símbolo de un punto verde (vegetariano). Subrayo todos porque hasta en los refrescos aparece, aunque sea evidente que no te vas a encontrar un muslito de pollo en la Coca-Cola. A pesar de todo este lío, es de agradecer que absolutamente todos los alimentos llevan impreso en el envoltorio un número al lado de las siglas M.R.P. (Maximum Rupees Price), así que si crees que te están dando coba, siempre puedes fijarte en el paquete y reclamar.

En el estado de Tamil Nadu, del que Chennai es la capital, el regateo es casi una religión, y la mayoría de los que estamos aquí nos hemos hecho adeptos a ella, XD. A pesar de esto, somos conscientes de que por ser extranjeros nos van a cobrar algo más, pero intentamos que la cosa no se vaya de las manos... Eso sí, cuidado en los supermercados y en algunas tiendas donde se pueden leer carteles que rezan Fixed prices (precios fijados), porque en ellos no está permitido negociar los precios. El regateo, alcanza su máximo exponente en la calle, por ejemplo cuando compras en un mercadillo o te montas en un autorickshaw. Creo que ya comenté que si un vendedor no regatea con un cliente, se le queda mal sabor de boca aunque saque algunas rupias más, jaja.

Lo que es realmente barato aquí, y que yo diría que llega a ser 4 o 5 veces más económico que en España, es comer en la calle y dormir. Para que os hagáis una idea, una copiosa comida en un restaurante vegetariano raramente supera las 200 rupias por cabeza (3,33 €), pudiendo comer en cualquier puesto de la calle por menos de 1 € (unas 50 rupias). Los precios de los hostales son muy variados, pero si no quieres gastar mucho dinero y no eres muy escrupuloso, puedes reservar una habitación doble por unas 300 rupias la noche (5 euros). Eso sí, hay que tener un poco de cuidado, me explico: cuando miras cualquier guía de viajes, suele indicarse para cada lugar de hospedaje si dispone de baño europeo. Más vale cerciorarse de este detalle, porque si no, sin saber cómo, te puedes encontrar sentado en cuclillas tratando de atinar en uno de esos retretes turcos (boquete en el suelo). Os dejo una fotillo del tema que os cuento, y para los que no lo sepáis, el grifo y la jarrita de la parte superior son para limpiarse tras obrar, porque aquí o te llevas tu propio rollo de papel higiénico, o lo haces a lo indio. ¿Se entiende ahora por qué no comen con la mano izquierda? XD.

No quería terminar sin poner algunos ejemplos curiosos del valor de las cosas, y que vienen a sustentar aquello que decimos muchos de los que andamos por aquí: Incredible India.
- Un bolígrafo normalito vale entre 4 y 10 rupias (según modelo), sin embargo, un paquete de 500 folios vale aproximadamente 185 rupias; es decir, que cualquiera podría pensar que en la India se fomenta pintar las mesas, ya que sale más baratito. Lo curioso es que los cuadernos de folios (40 o 50 folios pertinentemente cosidos y encuadernados) cuestán en torno a 25 rupias. La pregunta se formula sola, ¿cómo es posible que los folios sueltos sean mucho más caros que los cuadernos? No tengo respuesta, pero aquí absolutamente nadie usa folios para escribir, y de hecho, un compañero indio le preguntó a uno de nosotros que dónde se compraban esos papeles que usaba para escribir... ¡casi ná!
- En España estamos acostumbrados a que el precio de un café y un refresco no difieran demasiado, en un bar corriente. Aquí, en una cafetería, el café vale en torno a 5 rupias, mientras que una botella de Coca-Cola puede salir por unas 23 rupias. ¿Os imagináis pagar en una tasca/bache/güichi 2 euros por un café y 8 por un refresco?
- La regla general que se puede aplicar con los precios de los alimentos es que cualquier producto que tenga asociado un coste de manufacturación, desplazamiento y/o envasado, será mucho más caro que otro de las mismas características pero comprado directamente en la calle, a un vendedor ambulante. Por ejemplo, hacerte en casa un arroz con pollo (o algo que se le parezca) puede salir realmente caro, pues la carne en general tiene un precio desorbitado: pongamos unas 150 rupias entre los muslitos y el arroz. Sin embargo, irte a un puesto de la calle y comerte un Chicken Briyani (el citado arroz con pollo, versión india), sale por unas 70 rupias. En ambos casos, estás comiendo por menos de 3 euros, pero uno es el doble que el otro.
- Otro concepto importante que he aprendido aquí es, que si vas a vivir como un indio, debes pensar como un indio. Esto significa que cuando vas a comprar, no debes pensar que todo es muy barato, porque claro, al pasarlo a euros, está regalado. Debes cerciorarte de cuánto valen las cosas más o menos, mirar en el propio producto buscando la anotación cerca de las siglas M.R.P., etc; ¿o acaso cuando vamos de rebajas en España pagamos más de los que se nos pide porque está regalado...?

Lo dejo aquí ya, porque me lo quitan de las manoooss...!! XD


Un abrazo, Pablo L.

4 comentarios:

  1. Jajajajaja!! Money Money!!

    Grandes recuerdos de los regateos... la verdad es que después de haber estado en Egipto he de decir que disfrute mucho más con el regateo indio!!

    Lo cierto es que llegas empiezas y no paras hasta que te vas, es un no parar de regatear, y recuerdo que hubo momentos (sobretodo con los atos) que nos volvimos superindios y regateabamos hasta el centimo de €..., creo que era sobretodo por el regateo para que no te den coba!! jajajaja

    Bueno, y los pv, y ese MRP, todavía recuerdo peleando con un tío en la estación por los precios!! Vamos que me salió la vena catalana a muerte!! jajajajaja (vena que por cierto está hoy fuerte, fuerte... no he podido resistirme,Pol... pero vamos, piensa en el partido de vuelta y la revancha...a veces ayuda! juas)

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  2. Vaya vaya, que graciosita tú con eso de la vena catalana. Ya veo yo para lo que aprovechas tú estos comentarios, para hacer sangreeee!! En fin, siempre nos quedará la vuelta, aunque no tengo muy claro si prefiero darles el partido ganado por 0 - 1, jaja. Ah, y sí, confirmo que eres tela de agarrada y que le regateas hasta al del puesto de los helados, cosa fina... Un besote.

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  3. Querido Pablo,
    De vuelta de Benamahoma he leído tu lección de matemáticas que por supuesto como tu muy bien has dicho me recuerda a la época que enseñábamos en el cole los euros y su equivalencia con las pesetas o también cuando yo enseño la libra esterlina en mis clases de inglés.
    Por otro lado ya me ha contado tu madre que te quedas allí las Navidades, te echaremos de menos aunque nos mantendremos en contacto a través de este blog.
    En nuestros días de excursión en la sierra gaditana hemmos tenido un poco de todo: primero mucho frío, aunque no llegó a nevar; luego lluvia y lluvia y más lluvia que no nos dejó hacer más que una ruta y por último sol y calor, la pena es que ya se ha acabado.
    Esperemos volver otro año más que es señal de salud y ya han sido 22 añitos.
    Muchos besos de todos y hasta pronto.

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  4. Buenas tita!! Lo de no ir en Navidad es algo que le estaba dando vueltas hace algún tiempo, y que hace no mucho terminé de decidir. Como termino el semestre muy tarde y tengo estos países tan exóticos a tiro de piedra, pues voy a aprovechar la oportunidad. Así que en vez de tomarme las uvas en casa y después un cubata en la Espuma, voy a pasarme a ver qué se cuece en Malasia, delante de las Torres Petronas, jaja. La vuelta se prevé a mediados de enero más o menos, así que ya os contaré. Trataré de tener esto actualizado. Un besote.

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